CAPITULO I
Siempre me habían enseñado que la Virgen era lo más, en el sentimiento de Madre, y que a su hijo lo condenaron a muerte de cruz, tan solo por predicar su doctrina que era el bien para salvar a la humanidad.
Con toda la ilusión de un chaval de diecisiete años y en una ciudad como Sevilla, me dispuse a cantar Saetas por las calles sevillanas y en Semana Santa.
La primera fue en la calle Arfe a la Virgen de la Caridad de la hermandad de El Baratillo, la siguiente fue a la Virgen de La Esperanza de la Trinidad que fue mi hermandad en aquellos tiempo de juventud, después ya no cante hasta el año siguiente que lo hice a la Virgen del la Esperanza. Así estuve durante diez años que respete a mi hermandad y no le cantaba a nadie mas excepto al Señor del Gran Poder que primero fue en la calle Trajano y otras en la calle Gravina, hasta que cogí la costumbre de cantarle el primero en la Plaza de San Lorenzo, lugar que sigo manteniendo desde entonces hasta ahora que serán unos 41 años ya, pienso que estaré hasta que Él quiera.
El Señor del Gran Poder de Sevilla.
Empezando por que mi abuela me llevo con tan solo 31 días de vida y cuarenta de fiebre, para que me bautizaran y después presentarme al Sr. del Gran Poder, para que me curara, después con tan solo cuatro años ella mi abuela que se llamaba Carmen Román Llano y era de la provincia de Cadiz mas concreta-mente de Medina Sidonia, ella conoció a mi abuelo en Cadiz y de allí parece que se vinieron para vivir a Sevilla. Pues como os decía, con tan solo cuatro años me levanto de la cuno me vistió y me llevo a ver la entrada del Señor, en San Lorenzo en 1954, se preocupo de ponernos justo en la misma puerta (Si la miras de frente a la derecha), cuando estaba entrando me dijo (mu-bajito) y al oido, ¡Mira Pepito! como sus hermanos costaleros le bajan el paso para que la Cruz no le dañe el hombro.
Con el tiempo a este hecho le cante una Saeta que dice así:
NO TENGO NÁ QUE OFRECERTE
MI VÍA QUE ES MI FORTUNA
¡GRAN PODER! LA DOY POR VERTE
QUE DESDE MI HUMILDE CUNA ¡A MÍ!
ME ENSEÑARON A QUERERTE
VIENDOTE A TI PADECER
MORAO SE PUSO EL LIRIO
SANGRE BROTO DEL CLAVEL
Y LA ROSA EN SU DELIRIO
TE LLAMO DEL GRAN PODER
SEVILLA SUPO VER
TU SUFRIMIENTO Y DOLOR
LA GRANDEZA DE TU SER
Y EN TU CARA SU SEÑOR
PARE MIO DEL GRAN PODER
DE ORO SON LAS POTENCIA
Y LA CORONA DE ESPINA
TU LA LLEVAS CON PACIENCIA
SOBRE TU ESPALDA DIVINA
LA CRUZ DE LA PENITENCIA
PODRA NACER UN CLAVEL
NUNCA UN ROSAL SI ÉL CAMINA
QUE A LOS PIES DEL GRAN PODER
NO PUEDEN NACER ESPINA
CARGAO CON EL MAERO
Y CORONAO DE ESPINA
VA JESUS DEL GRAN PODER
Y HASTA EL GOLGOTA CAMINA